24 septiembre 2007

¡GLOBALIZACIÓN!

Tengo el gran placer de presentarles un trabajo realizado por uno de mis estudiantes de Ingeniería Informática, de la Universidad Alejandro de Humboldt. En el artículo anterior realizamos cuestionamientos, en este sólo disfrutaremos de los frutos de una formación holística y ética. Un alumno que manifiesta ser un gran lector. ¿Será esta la clave?


Ética y Globalización

Día a día, vemos como la globalización alcanza nuestro entorno, en un proceso casi irreversible, y a menos que optemos apartarnos por completo de la sociedad, debemos adaptarnos. Conceptos como la educación a distancia ya no nos parecen tan lejos ni futuristas, y cada vez más nos rodea tecnología de consumo más y más avanzada. Sin embargo, es altamente posible que los filósofos y humanistas de hoy se hagan esta angustiosa pregunta: ¿El ser humano del futuro se convertirá en alguien sin ética que lo guíe, abrumado por la cultura tan propia de la globalización? ¿o podrá encontrar un punto intermedio y evitar conductas autodestructivas? Debemos recordar que la globalización es una consecuencia del auge del capitalismo a nivel mundial, y una de las críticas hacia el capitalismo ha sido su falta de humanidad, o su excesivo interés por el margen de ganancia de determinada empresa dejando de lado el componente social donde se desenvuelve.

Incluso dentro de los países informados y globalizados existe una división: las personas que no tienen acceso a las tecnologías de información son los nuevos parias, y en el mundo competitivo en el que vivimos rápidamente quedan desplazados. Sin embargo, la globalización no abarca solamente el ámbito tecnológico-comercial, sino que también contiene un componente cultural; por citar un ejemplo, la comida rápida japonesa en Venezuela no es tal; o la creación de "menús para niños" diseñados para complacer los gustos del consumidor local, dando lugar a fusiones( lo mismo ocurre con la música, cada vez son más frecuentes las fusiones de ritmos en apariencia incompatibles). Cabe entonces preguntarse si la globalización afectará negativamente las formas de vida autóctonas y las costumbres...


Las conclusiones que podemos sacar del nuevo entorno social que se está generando no son muy halagadoras: La información y el conocimiento son las nuevas monedas de cambio, y la vieja creencia de que los países con mayor cantidad de recursos naturales son los que llevan ventaja económica se convierte cada vez más en un mito: Japón es un país diminuto en cuanto a espacio físico y recursos naturales, y sin embargo es un actor principal de la globalización hoy en día. El individuo como unidad de la sociedad debe adquirir una gran cantidad de conocimiento especializado y actualizado si quiere ser alguien competitivo laboralmente, lo cual deja muy poco espacio para las cuestiones éticas... Una persona que deje de observar una ética profesional en su puesto de trabajo hoy en día resulta muchísimo más peligroso para la integridad de una empresa que hace 10 años por ejemplo; la tendencia a la automatización de los procesos hace que el cometer crímenes informáticos sea más difícil de detectar, y las consecuencias más catastróficas. la ética profesional por ende ya no se observa como un valor añadido sino como un requisito al momento de ingresar a alguien al mercado laboral. esto indudablemente mejora el capital humano a nivel de empresa, pero el mercado global sigue siendo igual de despiadado con los países menos desarrollados. Es importante, por tanto, conseguir un balance entre el conocimiento técnico y el humanista, con tal de preservar la identidad del ser humano del futuro.


En Venezuela se ha hecho el esfuerzo de crear un egresado de educación superior más ético con la promulgación de la Ley de Servicio Comunitario; sin embargo, eso no garantiza su competitividad laboral ni impulsa su deseo de autosuperación. El problema radica en la calidad de la educación a nivel básico e intermedio. hasta tanto no se resuelva dicho problema Venezuela no puede aspirar a formar un rol en el escenario mundial y mucho menos incrementar su calidad de vida. Tal vez incluso, para nuestra desgracia, esto refuerce la conducta de facilismo que tanto nos ha hecho daño tanto para nuestro desarrollo como para nuestra imagen externa.


En resumen, dado que el proceso de la globalización no parece detenerse en el futuro cercano, debemos aprovechar sus ventajas, y una manera de contrarrestar sus desventajas es contar con un valor social equiparable al conocimiento técnico en la educación de los próximos profesionales.


Manuel S Yépez.




No hay comentarios: